Desde mi córner
  • Dependiendo sólo de sí mismo, el Betis debe vigorizarse para que el vértigo no aparezca

El vértigo, un obstáculo erradicable

PELLEGRINI está a punto de conseguir una gesta indudable, la de clasificar al Betis en Europa por cuarto curso consecutivo. También es importante dejar por debajo en la tabla a equipos con mayor capacidad presupuestaria. Dos logros coincidentes con una medida impuesta desde la cúpula para regularizar la situación económica del club mediante una herramienta que arbitra la Ley de Sociedades Anónimas, ampliar el capital.

Y desde la confianza que inspira esa cúpula que personalizan Ángel Haro y José Miguel López Catalán, lo esperado es que el panorama verde, blanco y verde mejore. Pero hablemos de fútbol y digamos que cuando está el equipo al borde de lo que está convendría articular la estrategia adecuada para que el vértigo no aparezca. Y es que en fútbol en general y particularmente en el Betis, el miedo a conseguir lo que se tiene cerca apareció en demasiadas ocasiones.

Ya sé que con Manuel Pellegrini en el puente de mando, ese temor apenas apareció y eso es bueno, muy bueno. Ocurre, sin embargo, que el domingo, ante un Almería que parece mejor de lo que dice la tabla, el fantasma del vértigo asomó la patita y todo acabó pidiéndose la hora mientras se rezaba cuantas preces se sabían. Fue un ataque de vértigo sin consecuencias, pero que dejó una huella de la que hay que sacar las debidas consecuencias para que no vuelva por aquí.

Escribo bajo el desconocimiento de qué hizo anoche la Real en Montjuïc, pero da igual. El Betis no depende de nadie para estar un año más en la Liga Europa y para ello es de obligado cumplimiento saber a qué se juega en cada momento para que esa sensación de vértigo que te atenaza brille por su ausencia. Depender de sí mismo es una ventaja indudable, pero para sacarle provecho no pueden temblar las piernas como al Betis le temblaron ante el colista, o sea...

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